jueves, 10 de diciembre de 2009

Cuarto artículo "¿Violencia escolar o sociedades violentas?"




Acaba de sonar la campana del año escolar 2008 y junto con las tareas, las pruebas y los recreos, muchos alumnos y alumnas deberán pasar también el duro examen de la violencia en los establecimientos educacionales.

En las aulas chilenas día a día se producen situaciones de mala convivencia, reacciones violentas que entorpecen el proceso de aprendizaje y pueden tener severas consecuencias para la salud física y mental de las y los alumnos, pero también de los adultos que se desenvuelven en estos ambientes.

Si bien en Chile no se sabe a ciencia cierta si este fenómeno aumenta o no -el único estudio disponible lo efectuaron los ministerios de Educación y del Interior con la Universidad Alberto Hurtado en 2005, por lo tanto, no hay con qué comparar- sí se tiene claro que es un tema que está presente, y preocupa. Por esto, José Saúl Bravo, postulante a doctor en pedagogía, decidió crear en septiembre de 2006 el Observatorio de Violencia Escolar, una instancia que reúne a profesionales y expertos en estas materias para la reflexión, para compartir investigaciones y, por cierto, para hacer pública la información que vayan acumulando en un solo sitio de Internet (www.observatoriodeviolenciaescolar.cl).

“La violencia está presente en toda la sociedad chilena y las escuelas no se escapan a eso, por lo tanto, los adultos, que tienen mayor responsabilidad en un establecimiento, tampoco son ajenos”, afirma Bravo.

Vivimos en una sociedad violenta y al interior de los establecimientos educacionales se reproduce esta forma de convivencia, pero también el sistema escolar y sus características contribuyen a magnificar estas situaciones. Los colegios se convierten en un microclima donde se hacen mayores y más visibles los conflictos.

Lucía Venegas es profesora y directora de la Corporación Ancora, una ONG que, en conjunto con la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior, desarrolla un proyecto de prevención de violencia escolar en seis liceos de la zona sur de Santiago. La pedagoga cuenta que en el diagnóstico que realizaron a las comunidades escolares, concluyeron que existen muchos tipos de violencia que se dan en todos los niveles.

“No es sólo la violencia entre alumnos, que es lo que generalmente aparece en los medios de comunicación. Nos encontramos con violencia entre pares, mucha violencia escolar, maltrato, discriminación, poca tolerancia, impulsividad, mucha agresividad. Pero también con violencia de docentes hacia alumnos, que se manifiesta sobre todo en el menosprecio, en la poca valoración, en la estigmatización de alumnos por su condición académica, física o por su estrato económico”, explica la investigadora.

Asimismo, hay violencia y mala convivencia entre docentes y con los directivos. “Esta pasa por una no valoración de ellos como pares, falta de trabajo en equipo, autoritarismo en la toma de decisiones. También vemos profesores que se sientan pasados a llevar por las más altas autoridades de educación”, señala la directora de Ancora.

Nadie se escapa. El diagnóstico arrojó que también entre los padres y madres y los docentes o autoridades escolares se generan situaciones violentas. Las y los apoderados sienten que los profesores no los valoran y sólo se dirigen a ellos para retarlos, mientras que los docentes afirman que los padres están más empoderados y van a los colegios a alegar.

Pero además de los malos tratos, la discriminación, el menosprecio y toda la gama de situaciones violentas que se pueden identificar al interior de las escuelas y liceos, las tecnologías de la comunicación y la información otorgan a las y los jóvenes nuevas herramientas para estos fines. Tristemente famoso fue el video difundido por Internet “Wena Naty”, grabado desde un celular, o los blogs o fotologs donde se acosa a estudiantes más débiles. “Ese tipo de violencia se llama ciberbullying y creo que va a dar mucho de qué hablar en Chile”, advierte José Saúl Bravo y asegura que los adultos no saben ni se imaginan qué son, para qué sirven, ni cómo se utilizan estas tecnologías.


“Sistema perverso”


Además de la ignorancia en las tecnologías que utilizan sus alumnos, a las profesoras y profesores también les son ajenas las nuevas culturas juveniles. Ese desconocimiento genera miedo, aumenta la distancia entre ellos y da pie para un ambiente violento.

Lucía Venegas destaca que uno de los factores que influyen en las relaciones agresivas es la falta de democracia y participación que se da en los establecimientos educacionales. “Faltan espacios de democratización en los colegios, todavía tiende a verse al alumno más activo, con más discurso, negativamente. Se sigue pensando en el modelo antiguo, de un alumno más obediente, más sumiso, donde la autoridad era la autoridad y punto”, asevera y cuenta que los estudiantes de los liceos se quejan de falta de instancias para hablar de sus sentimientos, de sus preocupaciones, de su mundo.

“Hay buenas políticas, sin embargo, no han bajado de un modo efectivo a los liceos y a los colegios, pero sí se habla mucho de ello. Hay un discurso de que hay participación, hay democracia, se habla del sujeto de derecho de los alumnos, pero no se ha hecho carne porque no sabemos cómo hacerlo. No es que los profesores sean malos y autoritarios porque quieran serlo, sino que no tienen las herramientas”, aclara la docente.

Al respecto, Jorge Varela, psicólogo, investigador de la Fundación Paz Ciudadana, coincide. Afirma que no es un problema de voluntad para resolver los conflictos sino de falta de instrumentos.

“Creo que en los colegios no saben qué hacer con esto. ¿Cuántos especialistas en salud mental o en educación hay en los colegios municipales, que son la mitad de todos los colegios de Chile? Con suerte hay orientadores, ni siquiera en todos. A un profesor, con una formación desde la pedagogía, no le podemos pedir que haga una intervención de salud mental”, dice Varela.

“Nuestro sistema educacional puede ser un poco perverso”, afirma el psicólogo y aclara que el financiamiento estatal no incorpora estos problemas. “Este tipo de temáticas, de violencia, de convivencia, de valores, al no tener ningún tipo de monitoreo, pasan a segundo plano, tercero o a ningún plano. No conozco muchos municipios que estén tangiblemente preocupados de esto. Claramente muchos puedan hacer una declaración de buenas intenciones, pero el plan, las acciones para marcar una diferencia…”, opina.

Este conjunto de factores termina por excluir a los “niños problemas”. Si bien es ilegal expulsarlos, se los invita a “un cambio de ambiente educativo”, indica el investigador de Paz Ciudadana. “La mitad de esos chicos simplemente deserta cuando llega a la enseñanza media ¿Qué pasa con esos chicos, qué están haciendo ahora?”, se pregunta.


Cambio profundo


El 2007 se tomaron las muestras del segundo estudio de violencia escolar a nivel nacional y se espera que este año se hagan públicos los resultados. Con estas nuevas cifras, se tendría un mejor panorama de este fenómeno. “Nosotros esperamos que este estudio tenga una mayor difusión que el anterior, porque la verdad es que fue muy poca, hay muchísimo más material y no ha sido trabajado por razones que no han sido bien explicadas al país”, sostiene Bravo.

Pero además de estudios frescos y de un buen análisis, los expertos coinciden en la necesidad de políticas públicas que se hagan cargo de estas problemáticas y que los privados también asuman el rol que les cabe. En definitiva, de que la sociedad se mire en el espejo que de ella son las escuelas y decida cambiar.

“Para hacer prevención de violencia en los colegios es necesario un cambio cultural, y pasa por diferentes instancias de debate, de diálogo, de discusión donde se puedan poner sobre la mesa lo que estamos pensando y sintiendo todos”, asegura Lucía Venegas.


Análisis


Parafraseo:

El artículo habla sobre un tema muy fuerte que ocurre dentro de los establecimientos educacionales, la violencia juvenil ha llegado a extremos impensados, incluso le ha costado la vida a más de algún joven estudiante.

Ahora lo que el autor se pregunta es si realmente son los jóvenes los violentos o si realmente es la sociedad la que se comporta de forma violenta a cada momento.

Si nos ponemos a analizar podemos encontrarnos con violencia en cada lugar donde miramos, las noticias nos muestran todos los días muertes, asaltos, peleas, etc., cuando asistimos a los estadios no faltan los hechos violentos, o cuando vamos en un auto y los choferes se gritan insultos y uno que oro se trenzan a golpes por la falta de tolerancia.

Estamos rodeados de violencia y no tan solo fuera de los colegio si no también dentro de ellos y no me refiero tan solo a los alumnos, también me refiero a los directivos, profesores y apoderados. Es común ver discusiones entre profesores y apoderados y viceversa o entre directivos y docentes, etc., como si hubiese una competencia entre ellos, algo inexplicable.

Como podemos pedir entonces que nuestros jóvenes sean pasivos y tolerantes, estos actúan así gracias a la sociedad que los rodea, ellos son el espejo cultural de nuestro país y debemos preocuparnos de esta violencia antes de que sea demasiado tarde.

Lamentablemente los jóvenes han encontrado diversas maneras de difundir sus ataques de violencia, mediante Internet, un medio tan importante y que entrega diversas herramientas educativas utilizado ahora para que miles de personas vean como un alumnos le pega a otro, esta nueva forma de maltrato se denomina ciberbullyng.

Claramente los jóvenes se encuentran reprimidos insertos en un sistema educativo arcaico que no valora a los alumnos con carácter, con voz, con iniciativa y personalidad, incentivando más a aquellos alumnos “modelo”, un tanto pasivos y que no se salgan de los esquemas. Esto es un grave error, ya que los alumnos sienten rechazo frente a estos hechos, sienten que se encuentran en un modelo poco democrático que les impide desarrollar sus iniciativas.

Para finalizar quisiera quedarme con un extracto del artículo “Para hacer prevención de violencia en los colegios es necesario un cambio cultural, y pasa por diferentes instancias de debate, de diálogo, de discusión donde se puedan poner sobre la mesa lo que estamos pensando y sintiendo todos” esta es la forma de hacer las cosas, no olvidemos que la violencia siempre traerá más violencia.

Citas de otros autores:

“Apuesto por los sentimientos. El público está harto de tanto sexo sin sentido y de tanta violencia gratuita”.

Richard Attenborough

“El odio es la violencia interior que no atiende sino a su propia voz”.

Bernardo Neustard

“La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia”.

Mahatma Gandhi

“La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia”.

Jean De La Fontaine

“La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores”.

Mahatma Gandhi

“La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve”.

Martin Luther King

“La violencia es el miedo a los ideales de los demás”.

Mahatma Gandhi

“La violencia es el último refugio del incompetente”.

Isaac Asimov

“Toda reforma impuesta por la violencia no corregirá nada el mal: el buen juicio no necesita de la violencia”.

Liev Nikolaievich

“La violencia jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias dramáticas”.

Juan Pablo II

Conclusión:

Mi conclusión será breve ya que no hay mucho que acotar con respecto a este articulo, no creo que exista persona alguna que esté de acuerdo con la violencia escolar, y por lo tanto solo nos falta sentarnos a conversar el asunto y de una vez por todas tomar cartas en el asunto, es de suma importancia que se creen políticas públicas que acabe con esta prácticas estudiantiles, tan nocivas para los alumnos.

A nosotros como docentes nos queda una ardua tarea por delante ya que no es algo que se valla a extinguir de la noche a la mañana y por lo tanto tendremos que ser capaces de enfrentar esta situación y manejar de la mejor manera posible los conflictos dentro de nuestras aulas, si hacemos bien nuestro trabajo quizás podamos aportar en algo para que esta situación cambie de una vez por todas.

Autoevaluación

RUBRICAS/PUNTOS

1

2

3

4

5

1

Presento un texto que trata los temas desde una perspectiva educativa y es de mucho interés. (esto por que todos mis compañeros y compañeras están invitados a leer mis textos y comentarios)

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2

Presento un texto que tiene una extensión mínima de al menos el equivalente en Word a 3 hojas de oficio. (el máximo no está regulado)

X

3

La presentación la he realizado de tal manera que sea de fácil lectura (respecto al color, tamaño y diseño de la letra) y se puede distinguir con claridad, en la presentación, el texto de mi análisis.

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4

Le he incorporado al texto algunos gráficos o dibujos o fotografías alusivas al tema tratado, pues considero que esto invita a una lectura más amena y denota más interés por parte del o la autora del blog (y he incorporado mi propia fotografía)

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5

Inicio mi análisis planteando como yo entiendo lo desarrollado por el autor (parafraseo)

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6

Durante el análisis planteo con claridad mis planteamientos, críticas, puntos concordantes o discordantes con el autor/a.

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7

Durante el análisis utilizo frecuentemente el recurso “citas de otros autores” para reforzar lo que he planteado yo, o algún punto que considero importante tratado por el autor del texto.

X

8

Las citas que utilizo son de diversas fuentes, tales como, otros autores buscados por mi, autores o ideas tratadas en clases, citas de presentaciones o disertaciones de mis compañeros, citas de artículos anteriores, etc.

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9

Realizo en mi análisis aplicaciones o referencias a nuestra realidad educativa si es un texto extranjero, o a realidades educativas que yo he vivenciado para explicar con un sentido contextual el texto presentado.

X

10

En el último punto del análisis presento una síntesis de lo que he querido expresar, a modo de conclusión.

X

Suma parcial de puntos de cada columna:

4

45

Mi suma total de puntos, según la suma parcial anterior, es de…49…puntos.

La nota de mi autoevaluación es: 6.8


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